JERONIMO

“Jerónimo” es la última encomienda a la que recurren valientes paracaidistas en su salto al vacío. Militares valientes ataviados del espíritu del jefe apache de 1800, líder espiritual de su pueblo y esencia de valentía en los momentos más difíciles, ese tipo de hombres que preferían saltar antes de comprar seguridad con tal de tener tierra sobre la que poner los pies. Con su nombre, otros son los hombres ilustres; como Jerónimo de Perigod, primer obispo de la diócesis de Salamanca tras su reconquista cristiana.

Nombre lleno de honor, sonoridad, entidad y vestigios históricos, pero ocurre que como en casi en todo en la vida, el honor, el nombre y los apellidos vienen por casualidad, por mérito de otros y suenan en determinados sujetos como una burla al que le dio el prestigio, al que arriesgó para calar en la historia, después claro está, hay que merecérselo y estar a la altura porque de no ser así, el que toma el relevo del privilegio puede convertirse en el ahogo de la reputación y la vergüenza de quien le puso el nombre, seguramente su propia madre.

Corría hoy por Twitter este tipo de ejemplares, un edil socialista; Jerónimo Guerrero, miembro de la ejecutiva y del comité director de Sevilla, elemento que esconde ignominia y falta de humanidad tras la falsa vocación de servicio. Lo imagino alternando con paisanos y vecinos, e imagino que en ocasiones habrá tenido que disimular vileza y sonreír a alguno de los miles de Guardia civiles que le habrán votado alguna vez, me pregunto cómo les dará desde hoy  la cara a esos hombres a los que hoy ha comparado con asesinos yihadistas.

Hoy morían en los picos de Europa tres héroes:

El capitán Emilio Pérez Peláez , el teniente Marcos Antonio Benito Rodríguez  y el guardia civil José Martínez Conejo, por salvar la vida de un hombre que no podía valerse por sus propios medios para hacerlo, ignoro cual era el carnet de afiliación política del hombre que necesitaba ayuda, lo que sí aseguro es que ninguno de sus tres rescatadores lo pensaron ni un segundo antes de jugarse la vida para salvarle la suya. Una vez más tres anónimos para todo el mundo gritaban "Jerónimo" para abandonar la seguridad bajo sus pies con tal de ponerla bajo los pies de otro. No lo han conseguido.

Doscientos Guardia civiles han caído en los últimos cuarenta años a manos de la persecución y el asesinato de la banda terrorista ETA, muchos de ellos protegían la vida de hombres y mujeres sin libertad independientemente de siglas políticas y/o profesión, muchos de ellos socialistas, el resultado ha sido que han perdido la propia y que a día de hoy, el partido socialista del País Vasco negocia ayuntamientos y concejalías con los amigos de los asesinos de sus colegas, por no hablar del abertzale Jesús Eguiguren, que al ir a a afiliarse, confundió el cuartucho de Herri Batasuna con el despacho del PSOE.

Así no es de extrañar que determinados miserables como Jerónimo Herrero vean amenazada su pequeñez humana y moral por la dignidad y la ejemplaridad de los héroes y decida emprender semejante afrenta tergiversando la realidad con las escenas de un documental de Manuel Abad llamado "flores tristes".

¿Yihadistas? ¿Sabe usted cuántos hombres y mujeres de las fuerzas armadas españolas se juegan la vida para que a usted nunca lleguen a suponerle una amenaza? La siguiente pregunta que le haría cuestiona que siquiera pudiera usted merecérselo.

No hay atisbo de humanidad ni bondad que llegue con el cargo, o se es buena persona o no se es, no hay término medio. Usted nació sin ella y ni el rigor, ni la prudencia ni el respeto le venían con el nombramiento. Si algo de eso tiene, pida perdón a un cuerpo de héroes, dimita del cargo e intente limpiar el nombre que con mucha más esperanza que acierto, le puso su propia madre. La Guardia Civil SI son servidores públicos y se juegan la vida a diario, mañana volverán a hacerlo.... ah! y es usted un miserable.