lunes, 2 de junio de 2014

Los extremos de Monágo

”Odiar sólo perjudica al que odia, al otro probablemente ni le interese ni lo sepa”.

Esta frase la pronunció Jose Antonio Ortega Lara, gigante de humanidad, generosidad, valentía y perdón. Un gigante menudo lleno de bondad que ha desdeñado la servidumbre de las siglas y las cuotas de poder a las que ciertos enclenques morales parecen haber sucumbido para vergüenza de sus votantes.

Jose Antonio se sube a los atriles de los mítines y habla de su hijo, de Dios, de su amor a España y del perdón al carcelero que le chantajeó la vida en sentido literal. Quinientos treinta y dos días de encierro y al final son políticos ramplones originarios de la mediocridad humana como Monágo los que sufren de “Síndrome de Estocolmo” del comunismo y los asamblearios de Herrikotaberna de “Podemos” a los que considera ofrecer consenso antes de respetar a aquellos a los que gustaría parecerse. En vez de reconocerles, les insulta, de forma involuntaria la talla humana y política devuelve a los mediocres a la certeza de su simplicidad.

No es que Monágo tema a VOX ni a la recurrente extrema derecha, a lo que tiene miedo es al charco de servilismo en el que lleva nadando desde hace ya tres años, regalándose al dogmatismo de otros que le venderán a la primera de cambio. Poder a cambio de principios, aunque en su defensa diré que es el esbirro perfecto que el partido popular necesita en Extremadura, el manido tonto útil para un Gobierno cruzado de brazos y muerto de miedo por culpa de su incapacidad.

El PH ideológico de este tibio sube o baja en función de quien nade en el microclima político y social al que necesite adaptarse.
Recordarán como hace aproximadamente un año, aseguraba que los españoles necesitábamos una Ley del aborto que conectara con la sociedad y fuera reflejo de la España actual.

Lo que la España actual necesita es convertirse en una sociedad sana y avanzada en la que la defensa del más débil sea protegida de forma inmediata y principal.

Lo que la España actual necesita es recobrar el significado de la palabra “progresismo” y que cese la perversión y el vapuleo de los términos por parte de la izquierda con su falta de escrúpulos y una derecha acomplejada. Su “logro” es el de más de ciento veinte mil vidas al año de seres humanos que no llegarán a nacer nunca por culpa de oportunistas políticos que les convierten en “Sparrings” de sus políticas irresponsables.

Personajes como Monágo sólo ayudan a asentar la peligrosa idea de que terminar con la vida de nuestros hijos merece ser elevada al rango de derecho como si se tratara del sufragio universal o el derecho a una vivienda digna. ¿Quién es aquí el extremista?

 

¿A cuál de los miembros de VOX tiene miedo?, ¿Acaso a Santiago Abascal? Adivino que el único miedo que le inspira nace ante la posibilidad de encontrárselo en un hipotético plató de televisión donde la diferencia de talla humana y política acabaría por colocarle en el abismo del absurdo político. 

Ojalá Santiago Abascal pueda sentarse frente a él algún día para que su discurso sosegado y rebosante de esperanza política, ahogue la mediocridad de este esbirro político si algún medio independiente sigue en pie.


Espero que si el Señor Monágo lee esto, no sienta miedo, sino vergüenza.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Comparto y suscribo prácticamente todo lo que dices, Cristina, de ahí, de esa convicción moral que detecté en vosotros en su día, me hiciera posicionarme como simpatizante de ese partido naciente y basado en unas creencias morales y unos planteamientos ideológicos, con los que en la mayoría de ellos estoy de acuerdo.
Pero con respecto a Monago, aciertas en todo menos en una cosa: su coalición con IU. Lo de Extremadura no se conoce en la profundidad que debiera. Eso lo sabemos quienes crecimos personal y profesionalmente en ese ambiente, y vivimos las formas de ser y de hacer de un grupo de personas entre los que se encuentran los hermanos Escobar, tanto Pedro, hoy en la Asamblea, como Mariano. Gente de origen humilde que con su esfuerzo se hicieron (en su profesión y actividad política) lo que llegaron a ser, y con su ideología por bandera, fueron capaces de conseguir transmitir a muchísima gente, lo que de verdad pensaban fuera de sectarismos ni utopías irrealizables. Había otros, como Jesús Miranda, Pedro Segador, Manuel Suárez, Nicolás Huertas, por ejemplo, y más gente anónima, que por encima, muchas veces, de la ideología, ponían el bien común. Eso viene dado, sobre todo, en quienes viven la política municipal desde dentro y creen en la democracia interna de los partidos fuera de lo que ordena el aparato.
Con esto te quiero decir, que el “pacto” de IU con Monago, no viene dado ni por la capacidad negociadora o la habilidad política del exbombero (no es peyorativo esto ¿eh? que conste), sino por la sencilla razón, de que después de los desgobiernos antidemocráticos, sectarios y excluyentes de Rodríguez Ibarra o su sucesor Guillermo Fernández Vara, no había ni cabía otra posibilidad. Siendo como son de honrados, y, anteponiendo a su ideología que les habría llevado a pactar –de forma natural en la izquierda–, como aquí en Andalucía, con el PSOE, honestamente y “jugándose” su prestigio político, hicieron lo que hicieron.
Llegaron a unos acuerdos de mínimos, donde pusieron encima de la mesa determinados asuntos de su programa, y ya está. Desconozco cuáles fueron y si Monago habla sobre lo de la Ley del aborto porque se lo dijeron desde IU, o es porque sencillamente “el pobre no es de más carnes”. La cuestión es, en definitiva, que lo que hace IU en Extremadura, es producto del hastío. Ahora bien, y por poner un pero a este “no pacto”, sí decir, que me llama poderosamente la atención, que sea la única Comunidad Autónoma donde ha gobernado el PSOE y ha cambiado “de manos”, en la que no ha salido a relucir en lo que llevamos de legislatura, ni un solo caso de corrupción… con lo que allí había.
Un saludo.
Miguel Ángel García Gil

Anónimo dijo...

Monágo es por decir algo, un tipejo vividor de su partido, pero de lo que no se acuerda este señor y eso que no hace mucho tiempo que lo dijo, es que si llama a Vox extrema derecha, como calificaríamos a este hombre nosotros, cuando se puso a la altura de partidos de izquierda y extrema izquierda cuando llamó a los valencianos que vivían en "los paisos catalans" Un nombre que usa los imperialistas catalanistas como ERC, CIU , CUP , Compromis e incluso IU, que tan mal sienta en los valencianos.

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